¿Energía sucia? No, gracias
Algunos países cierran centrales térmicas y nucleares para no contaminar, pero a la vez compran energía sucia contaminante a terceros países. Aparte de la hipocresía que supone, es posible que los políticos no sean conscientes de que el cambio climático no entiende de fronteras y que se trata de un problema de carácter global.