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Es curioso como pasa el tiempo. Cuando somos pequeños nos aficionamos a leer una serie de historietas que empiezan por hacernos gracia y terminan por acompañarnos a lo largo de toda nuestra vida. Es el caso del Capitán Trueno, Jabato, Mortadelo y Filemón, Asterix, Tintín y otros muchos. No nos damos cuenta apenas y resulta que los libros que tan cuidadosamente guardamos en un rincón sagrado de nuestras casas empiezan a ser leídos por nuestros propios hijos. Y sigue… Pero esas historias que nacieron en la imaginación de genios y artistas hace decenas de años parecen frescas y recientes, como si apenas hace unos meses hubieran salido de la pluma de su autor.
Esto es lo que le ocurre a nuestros entrañables Asterix, Obelix y compañeros galos. El jueves 29 de octubre se cumplen 50 años desde que se publicó su primera aventura, aunque su primer libro no apareció hasta 1961, dos años después. Apareció en el seno de la revista francesa Pilote, la cual pretendía tener un héroe francés del cómic y saldó la presentación de la primera aventura de Asterix (en su página 20) con una venta de 200.000 ejemplares. Aún hoy, sería un record de ventas que cualquier autor desearíamos para nosotros mismos. Tras esa aparición se planteó la creación de un primer libor, que vio la luz en el año 1961. Desde aquel día son incontables las veces que hemos escuchado la famosa frase de… “Toda la Galia está ocupada por los romanos. ¿Toda?. No. Una pequeña aldea se resiste ahora y siempre al invasor”.
No recuerdo exactamente cuando cayó en mis manos el primer ejemplar de Asterix pero seguro que yo no llegaba a los diez años. En esa tierna infancia, a falta de disponibilidad económica (de la cual incluso carezco siendo adulto) aprovechaba cualquier celebración para pedir que me regalaran comics y, entre ellos, de Asterix. Hoy en día puedo presumir de disponer de la colección completa y de releerlos habitualmente. Mi mujer me mira de reojo y me hace la consabida pregunta ¿cómo puedes leer lo mismo treinta y cinco veces sin aburrirte?. El caso es que tienen su gancho.
Muchas veces me he preguntado, precisamente, cual es la razón del atractivo para el gran público de estos personajes galos de la aldea de Asterix. Es una pregunta que tiendo ha hacerme, cual psicólogo de los personajes, con cada cómic que cae en mis manos. Aparentemente, un tipo achaparrado y un enorme y obeso amigo no plantean por sí mismos un atractivo para una saga de comics. Pero el hecho de constituirse en “resistencia” contra el poderoso (algo que en secreto todos desearíamos ser alguna vez); disponer de una poción secreta que le otorga una fuerza sobrehumana (¿qué no pagaríamos por algo así); la magnífica factura del dibujo y un elaborado guión son el conjunto de atributos que le han permitido vender más de 300 millones de ejemplares en todo el mundo y hablar en más de un centenar de lenguas, incluido el latín y el griego clásico.
Sus autores son René Goscinni y Albert Uderzo. El primero era el encargado de escribir los guiones hasta que falleció en 1977 a la edad de 51 años. Uderzo, por su parte, sigue hoy en día dibujando los álbumes y asumió (a veces solo y otras con colaboraciones) la construcción de los guiones tras la muerte de Goscinni. Actualmente tiene 82 años y sigue dibujando.
La importancia que han adquirido estos personajes se ha visto reflejada en una serie de curiosidades algunas de las cuales parecen ciertamente estrambóticas.
– Asterix fue el nombre que recibió el primer satélite espacial francés, en el año 1965.
– Hay al menos veintitrés pueblos y ciudades de Francia que disponen de alguna escultura dedicada a los guerreros galos, los del cómic, claro.
– En el mundial de futbol de Francia en 1998, la mascota oficial inspiró su nombre en los nombres de los galos de estas historietas, se llamó “Footix”.
Ya se han editado 33 álbumes y precisamente en estos días aparece, con motivo del 50 aniversario un nuevo álbum. Además, se han hecho 9 películas de animación, una de ellas incluso con versión 3D, y otras dos películas con personajes de carne y hueso. Se han editado cuatro libros sobre las películas (“Making-of” y todo eso) así como innumerables libros en los que Asterix y/o los galos aparecen de una u otra forma. Forman parte habitual en las guías de turismo y ocio en diferentes puntos de la Bretaña. También disponen de un parque temático cerca de París que recibe millones de visitas todos los años y donde cualquier aficionado puede sentirse auténticamente inmerso en la vida cotidiana de la aldea gala. Por supuesto, también tiene una magnífica y completa página web en http://www.asterix.com/
Por cierto, en los 33 álbumes, 9 películas de animación, 2 películas de personajes reales, los libros o en la página web nunca nos han dicho como se llama la aldea gala. Y, digo yo, que tendrá un nombre.
En fin, cincuenta años dan para mucho. Y parece que el tiempo no pasa por ellos. ¿Verdad?.
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