La Villa de Aínsa es una ciudad histórica situada en el Pirineo Aragonés, en la confluencia de los ríos Cinca y Ara. Su lugar estratégico entre el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parque Natural de los Cañones, la Sierra de Guara y el Parque Natural Posets-Maladeta la convierte en un lugar clave del Pirineo central.
Su casco histórico está declarado Conjunto-Histórico-Artístico y basta con un rápido paseo por sus calles para certificar el acierto de esta distinción. El románico aparece en todos los rincones constituyendo en su conjunto un auténtico referente artístico. Se pueden destacar la colegiata, la ciudadela, la iglesia románica de Santa María y, por supuesto, el castillo, que aun conserva gran parte de sus murallas y que fue el origen De la Villa. Sus calles, casas y monumentos trasladan al visitante a plena época medieval.
En este entorno privilegiado de naturaleza, historia y arte hay que sumar una tradición gastronómica en la que predominan las buenas carnes guisadas, para las que aconsejo como acompañamiento una copa de los buenos vinos del Somontano (especialmente recomendable un Enate crianza 2015 de Tempranillo).
