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Parece mentira. Todo un año esperando este momento y resulta que por fin ha llegado. Mis vacaciones. Solo quiero pediros disculpas a los pocos que esperáis que escriba algo decente en los próximos días ya que no me llevo a las vacaciones ni el ordenador ni el móvil. Tan solo cuento con dos monedas de un euro que he de racionar astutamente en las pocas cabinas telefónicas que encuentre y que, además, funcionen.
Os dejo a la derecha una foto del primero de los lugares a los que me había planteado viajar: Tahití.
Pero resulta que después, reflexionando con tranquilidad sobre el hecho de que un viaje como ese vale algo más de quince euros por cabeza, y teniendo en cuenta que somos cinco de familia… pues va a ser que no. Pero la foto mola.
Solo deciros que en caso de que os vayáis de vacaciones hagáis como yo. Tecnología cero, pero algún que otro libro en la mochila, papel y lápiz. Hasta septiembre.
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