Este cómic fue el primero que realicé con un guión ajeno. En esta ocasión era de mi hija mayor, la cual estoy seguro que un día no muy lejano llegará a ser una reconocida escritora (amor de padre…). La gran dificultad que tuvimos fue la adaptación del relato original a un cómic con una extensión de cuatro páginas, pero creo que se solventó de forma correcta aunque su extensión debiera haber sido, al menos, del doble para poder ahondar en el carácter de los personajes.
El resultado fue bastante interesante y me permitió experimentar con un tipo novedoso de personajes que posteriormente he usado frecuentemente. El dibujo original fue a lápiz, se entintó directamente con el ordenador y el color se dio de igual forma.