Un magnífico ejemplo de lo gratificante que puede llegar a ser una ruta por el Pirineo medio es el caso del paraje de la iglesia románica de San Adrián de Sásabe. Está a pocos kilómetros de Jaca, junto a la carretera que lleva a Borau, pero cuando llegas allí parece que estás en otro lugar… y en otro tiempo.
Se trata de un templo de origen visigodo que se fundó en el siglo IX. Debido a la presencia musulmana en tierras más bajas, la diócesis de Huesca estableció aquí su sede. La iglesia no se encontraba aislada, sino que formaba parte de un cenobio del que no queda rastro, pero que según documentos históricos fue uno de los monasterios más importantes en la historia de Aragón, donde residieron obispos y reyes.
El templo, por su parte, rompe los esquemas habituales de este tipo de construcciones. Para empezar, no se encuentra en un suelo rocoso elevado y estable, como suele ser habitual, sino que está construido en el terreno aluvial ligado a la confluencia de dos arroyos, junto al río Lubierre, y por debajo de su nivel. Por este motivo, es frecuente encontrar un palmo de agua dentro de todo el edificio, como nos pasó cuando lo visitamos. Este hecho queda exagerado por el hecho de que ambas puertas de acceso al templo están algo más de un metro por debajo del nivel del suelo.
El edificio es de una gran austeridad y sencillez. Consta de una única nave cerrada en un ábside semicircular de bóveda de horno y tejado de madera y teja, un patrón románico muy extendido.
No hay más edificaciones alrededor ni en varios kilómetros a la redonda, salvo alguna casa despistada pero bien integrada. El entorno se puede calificar de espectacular. Bosque, agua, senderos, montaña… todo lo que cabría desear para pasar un buen día de naturaleza.
Para el yantar recomiendo llevar la comida en la mochila y así aprovechar el día por los senderos de la zona. El agua no faltará aunque es prudente traerla para beber. Sin embargo, para quienes deseen sentarse a la mesa a comer, lo más indicado es acercarse hasta Castiello de Jaca (ver mapa) y hacer parada en el Restaurante La Jacetania (ver aquí). Una vez allí es indispensable pedir un solomillo de ciervo con salsa de trufa blanca regado con un vino de la casa. Y después… a descansar.
Para llegar a San Adrián de Sásabe lo más sencillo es partir de Jaca en dirección al norte por la N-330 (E-7). Tras pasar Castiello de Jaca, en el km 654, se toma el desvío hacia Borau. Una vez pasado este pueblo aparecerá indicado a la derecha el camino que lleva al lugar.