Antonie de Saint Exupéry es un modelo para quienes disfrutan de un espíritu aventurero. En realidad, toda su vida fue una increíble continuidad de viajes, retos, peripecias y algunas hazañas memorables. Para muchos, se trata tan solo del autor de una novela de lectura imprescindible: “El Principito”. Pero, en realidad, fue mucho más.
Fue pionero de la aviación en un tiempo en que las aeronaves tenían muy pocos instrumentos de navegación y pilotar era una labor tan difícil como peligrosa. Las experiencias vividas como piloto fueron en algunas ocasiones su fuente de inspiración como escritor.
En 1926 hubo dos hechos que marcaron su vida: la publicación de su breve novela “El aviador” y su contrato como piloto en la legendaria Compañía Aeropostal de Latécoére. Desde aquel momento, su dedicación como piloto quedó ligada a su producción literaria, basada en las experiencias que vivía. Fue el caso de su primera novela, “Correo del sur” (1928), que abordó mientras estuvo como jefe de una estación aérea en el Sahara español. Le siguieron “Vuelo nocturno” (1931), “Tierra de hombres” (1939) y “Piloto de guerra” (1942).
Su novela más célebre, todo un referente de la historia de la literatura, fue “El Principito” (1943), que surgió de la experiencia vivida tras un accidente que le llevó a perderse en pleno desierto. Se trata de una narración poética ilustrada que relata su infortunio, varado en medio del desierto, donde conoce un niño proveniente de un pequeño asteroide, con quien mantiene largas conversaciones que no son otra cosa que reflexiones sobre el mundo y la forma de ser de las personas. El principito se ha convertido en uno de los libros más vendidos y traducidos de todos los tiempos.
En 1944, en plena guerra y tras su incorporación como piloto de reconocimiento fotográfico, su avión desapareció frente a las costas de Marsella por causas desconocidas.
Nuestra recomendación de hoy se refiere al volumen integral editado por Norma Editorial, que agrupa los 3 álbumes en los que se aborda parte de la vida del legendario escritor y piloto. La publicación gozó del auspicio de la propia fundación Saint-Exupery, que brindó su apoyo y aportó toda la documentación necesaria para desarrollar un guion fiel a su intensa vida.
En el aspecto gráfico, la labor de Cédric Fernández destaca por su excelente documentación. El dibujante tuvo la oportunidad de consultar directamente los escritos del autor, textos de referencia y fotos de archivos facilitados por la Fundación Saint-Exupéry. Esto le permitió ser muy fiel a la hora de reflejar la época y los detalles históricos. En la elaboración del guion, la labor de Pierre-Roland Saint-Dizier, escritor y periodista, también es reseñable al conseguir un relato muy fluido y ameno.
Es una obra donde, además de contarnos la vida del célebre autor francés, nos trasmite perfectamente las durísimas condiciones de los pioneros de la aviación postal. Se transmite perfectamente la soledad en el desierto del Sáhara y lo que suponía la dedicación a la aviación. Precisamente, para los amantes de la aviación, es destacable el dibujo de los modelos de aquella época: Bréguet 14, Laté 28, Dewoitine, Caudron C-630 Simoun o P-38, todos exactos. El rigor histórico de esta novela gráfica queda plasmado incluso en los números de serie de los aparatos, que fueron los utilizados realmente en los distintos vuelos.
El volumen integral de esta novela gráfica, del que ya hemos hablado en el último post sobre libros recomendados, incluye tres álbumes que previamente se habían publicado por separado en la edición original en francés:
El señor de las dunas
El primer capítulo narra los comienzos de Saint-Exupéry en la compañía aeropostal Latécoère, donde entró como mecánico y posteriormente fue uno de los pilotos clave en el desarrollo de la aerolínea. Saint-Exupery llegó a establecerse durante un año y medio en Cap Juby, en el Sáhara Español, como apoyo logístico de sus compañeros y como enlace diplomático con las tribu de la zona. Durante este periodo comenzó a cultivar su carrera literaria en la árida soledad del Sahara. Volcó sus experiencias a su primera publicación, el libro “Correo del Sur”, basado en sus vivencias en el desierto.
El compañero del viento
El segundo volúmen aborda la vida de Saint-Exupéry en Sudamérica, donde fue el encargado de desarrollar las líneas aéreas del Cono Sur. El album refleja las condiciones en las que tenían que trabajar aquellos aviadores, donde el riesgo de accidente era una constante. Uno de los puntos centrales de este tomo es la odisea de su compañero Guillaumet después de un accidente en los Andes. A lo largo de esta segunda entrega también se refleja el declive de la línea aeropostal hasta su integración en el conglomerado empresarial que daría lugar posteriormente a Air France.
El reino de las estrellas
El tercer album nos relata los últimos años de la vida de Saint-Exupéry. Tras huir de la Francia ocupada por los nazis, se exilia en Estados Unidos. Este capítulo aborda también su complicada vida amorosa, a la vez que nos muestra sus esfuerzos por reingresar en el ejército francés libre. También es aquí donde se relata la creación de su obra más famosa, “El Principito” y su incorporación final como piloto al ejército francés en sus misiones aéreas de reconocimiento fotográfico.
Edición integral «Saint Exupéry
Guion: Pierre-Roland Saint-Dizier
Dibujo: Cédric Fernandez
Edición original: Glénat (Francia) (web)
Edición en castellano: Norma editorial (web)
En este libro se agrupan los tres álbumes que se editaron originalmenter por separado: «El señor. delas dunas», «El compañero del viento» y «El reino de las estrellas».
«El Principito»
Guion: Antoine de Saint-Exupéry
Ilustraciones: Antoine de Saint-Exupéry
Es un cuento poético que viene acompañado de ilustraciones hechas con acuarelas por el mismo Saint-Exupéry. En él, un piloto se encuentra perdido en el desierto del Sahara después de que su avión sufriera una avería, pero para su sorpresa, es allí donde conoce a un pequeño príncipe proveniente de otro planeta. La historia tiene una temática filosófica, donde se incluyen críticas sociales dirigidas a la extrañeza con la que los adultos ven las cosas.