Técnica del lápiz azul (y rojo) en el cómic

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Permitidme unos breves apuntes sobre una cuestión técnica que me preguntan ocasionalmente pero acerca de la cual he recibido cinco correos electrónicos en la última semana (¿casualidad?). Se trata del uso de los lápices azules y/o rojos para el dibujo de comics.

No cabe duda de que el gran avance en el uso de la “técnica del lápiz azul” (llamémosle así) tuvo mucho que ver con el inicio de los dibujos animados, muy especialmente en los desarrollos de la factoría de Walt Disney. Muchas veces hemos visto cómo los animadores iban bocetando personajes con lápices de colores rojo y azul para, finalmente, pasar a los entintadores que eran quienes definían el trazo final, previo al color. Pero, ¿en qué consiste?

Es muy complicado que un artista, por bueno que sea, pueda hacer un cómic dibujándolo todo a la primera, con trazo limpio. Si ya tenemos un vicio adquirido con un personaje en concreto o incluso si tenemos un día especialmente inspirado, se pueden llegar a realizar algunas páginas seguidas sin apenas retoques, pero siempre nos encontraremos en un punto donde será necesario definir una perspectiva determinada, un volumen innovador o un paisaje complejo. En ese punto es cuando debemos pararnos a hacer diferentes líneas de referencia y/o volúmenes que nos ayudarán a definir cual será la línea final para ese personaje, dibujo o viñeta.

En general es precisamente para ese boceto, para esas líneas de referencia, para lo que se utiliza el lápiz azul. Antiguamente, como ahora, la ventaja consistía en que eran líneas más fáciles de borrar y dejaban menos rastro sobre el papel que el grafito del lápiz negro convencional. Adicionalmente, la línea de fondo de color azul nos ayudaba a diferenciar las diferentes líneas de borrador de la línea limpia final, de color negro.

Con las técnicas que existen actualmente al alcance de cualquier dibujante, en las que la tecnología juega cada vez más un papel importante, hay una ventaja adicional que es la posibilidad de eliminar directamente los colores de apoyo. Es el caso de la utilización del escáner. Supongamos que al realizar un dibujo realizamos las líneas de apoyo de perspectivas y volúmenes en color azul (o azul y rojo respectivamente). Encima de ellas se puede trabajar con el lápiz negro o se puede entintar directamente y posteriormente, a la hora de escanear nuestro trabajo se puede eliminar directamente el color azul o el rojo directamente obteniendo una imagen en la que solo aparecerá la línea final (color negro). Dicho de otra manera, al escanear el dibujo desaparecerán directamente los colores seleccionados quedando tan solo el trazo definitivo.

El hecho de utilizar el color azul o el rojo es debido a que se trata de colores primarios y por tanto será más fácil y directa la selección de su gama para ser eliminados.

La siguiente pregunta que me haréis es obvia: ¿Vale cualquier lápiz de color azul o tiene que ser especial?. En principio puede valernos cualquier lápiz de calidad adecuada (Lyra, Staedtler, Alpino…) si bien los hay que dan un resultado superior a la media (Caran d´ache, Faber Castell). Existe, sin embargo, cierta unanimidad en que los mejores son los de la marca Prismacolor, lo cual puedo ratificar por experiencia. De esta marca suelo usar los de la gama COL-ERASE (Blue 1276 y Vermillion 1271) y ocasionalmente de la gama Premier Watercolor (Indigo blue VT 741, el rojo de esta gama no lo he utilizado). Son colores muy nítidos, fáciles de borrar y, gracias a su trazo ceroso, muy definibles mediante máscara a la hora de ser eliminados al escanear el dibujo.

De todas formas, el mejor consejo es el de siempre: dedicad un tiempo a hacer muchas pruebas con diferentes lápices hasta dar con el que sea más adecuado a vuestra particular forma de trabajar y al equipo que estéis utilizando, es la mejor inversión para rentabilizar y mejorar los dibujos que se hagan en el futuro.
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